Es habitual asumir que el hecho de tener razón nos lleva inevitablemente a la consecución de acciones y , en última instancia, al estado final deseado.
Pero... y si esto no fuese así? Y si realmente la motivación última de la razón atiende a factores endógenos, motivaciones que són contraproducentes con la consecución de objetivos?
El conjunto de acciones y la toma de decisiones debe estar condicionada por el compromiso de lograr el objetivo primigenio.
La capcacidad de análisis sobre estas acciones y los resultados que obtenemos de las mismas debería permitirnos realizar un juicio sobre las decisiones tomadas y corregir nuestra ruta para alinearnos con el objetivo primigenio. Este flujo que describo es algo parecido a lo que Albert Bandura planteó como agencia ("Towards a psicology of human agency"): la capacidad del Ser para actuar de forma intencional, tomando decisiones con un propósito claro en mente.
La meta, sea cual sea, estaremos de acuerdo en que es un cambio en el sistema. Uno actúa para generar impacto y desviar la deriva predecible hacia una serie de resultados, la suma de ellos es un nuevo estado, un sistema alterado.
He aquí la idea de cambio.
Siguiendo con Bandura, él establece cuatro pilares de la capacidad de agencia:
- La intencionalidad de lograr el cambio, que suele expresarse con planes de acción y estrategias para su logro.
- La predicción. La consecución de cualquier objetivo se dilata en el tiempo en mayor o menor medida, la conducta del agente tiene una dosis predictiva sobre los resultados a obtener para así trazar este camino en una línea temporal.
- La autorreactividad, esa motivación intrínseca a la ejecución del cambio, ese proceso de destilación de pensamiento e ideas que se transforman en acciones.
- La capacidad de autorreflexión, una serie de funciones que examinan la trayectoria y su alineamiento con el objetivo primigenio. Las premisas asumidas, el conocimiento actual, las acciones tomadas y sus resultantes, etc. De todo esto nace la corrección y reajuste de acciones.
Para lograr una base sólida sobre la autorreflexión, el Ser debe desarrollar una capacidad metacognitiva que le permita entender a su vez su proceso de razonamiento, en qué medida este se encuentra sesgado, la percepción de conocimiento real sobre el domínio en cuestión, las limitaciones de las acciones que puede tomar y una larga lista de etcéteras.
En definitiva, la agencia viene condicionada por la autoconsciencia.
Pongamos ahora un escenario en que nuestro objetivo primordial es el correcto desarrollo y ejecución de un proyecto para nuestros clientes. Este proyecto pasa por numerosas fases y evoluciona bajo métricas que nos indican una correcta asimilación de hitos, en definitiva, vamos por el buen camino.
En un momento dado, nuestro cliente plantea un cambio de dirección, alineado con conseguir el mismo objetivo inicial, pero mediante otra vía.
Analizas la alternativa y tras ello identificas que el cambio de rumbo impacta en la capacidad para seguir introduciendo mejoras en los hitos actuales, generando a su vez una posible desviación del objetivo principal.
Planteas esto al cliente, lo cual genera rechazo ya que, en última instancia, no estás siendo capaza de plasmar tu visión. Con ello te fundes la posibilidad de acuerdo entre ambas partes.
Sí, tienes razón, tu análisis indica que la nueva deriva puede causar estragos en el proyecto, pero la toma de decisiones que te ha llevado a rechazar esto provoca un impacto mayor en la confianza del cliente y, por tanto, merma tu capacidad de ejecución de proyecto.
La razón, pese a tenerla, no garantiza que se ejecuten las acciones idóneas para la consecución de objetivos.
Significa esto entonces que no nos rive de nada analizar las propuestas del cliente porque no debemos remar en contra?
No, en absoluto, esto sería una actitud suicida. Pero podemos plantearnos buscar alternativas, términos medios de acuerdo que tengan menos que ver con quién tiene la razón y mas con el impacto real de las acciones y decisiones a tomar. Tratar de tener siempre presente la máxima inicial: la consecución del objetivo primigenio.
Entender, comprender y ser capaz de conectar con la otra parte es lo que en definitiva te hará mas hábil en la consecución de objetivos. Una especie de empatía táctica que nos acerque al entendimiento y a la cooperación.
No nos sirve de nada tener la razón si la contraparte no comparte la misma visión de conjunto. También quiero matizar que no trato de dar a entender que la razón no tiene utilidad, nos afianza nuestra visión y nos proporciona validación, lo cual impacta en nuestra autopercepción y nos hace sentirnos mas capaces de ejecutar el plan.
El peso o importancia que le demos a la razón es lo que pienso hay que modular para no caer en un estado esquizofrénico donde ambas partes (agente y cliente) tan sólo escuchan a su hilo de conversación mental, oyen a la otra parte per no escuchan.
- Toward a Psychology of Human Agency - Albert Bandura
- Fenomenología de agencia y educación. Notas para el análisis del concepto de agencia humana y sus proyecciones en el ámbito educativo. - María Alicia Zavala Berbena, Sandra Castañeda Figueiras